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Triunfo de la lucha: ordenan la libertad de Mauricio Cornejo y Federico Soria
3 de abril, por Mendoza — Política, Mendoza, Libertades Democráticas, Extractivismo, Persecución política, Política, Mendoza, Libertades Democráticas, Extractivismo, Persecución políticaLa jueza Tula dictaminó la liberación de Mauricio Cornejo y Federico Soria, quienes se encontraban detenidos por las movilizaciones contra la minera San Jorge en Uspallata. Un triunfo de la movilización contra el intento del gobernador Cornejo de criminalizar la lucha en defensa del agua y los bienes comunes naturales
En la mañana de este jueves, la jueza Tula dispuso de libertad de Mauricio Cornejo y Federico Soria, quienes se encontraban detenidos por las movilizaciones contra la minera San Jorge en Uspallata. Pese a los intentos del fiscal y el gobernador Cornejo de avanzar en la criminalización de la protesta, la movilización conquistó la libertad de los compañeros.
Mauricio se encontraba detenido desde hacía 23 días, mientras que Federico había quedado detenido tras la audiencia del pasado martes, ambos imputados por el Artículo 213 bis del código penal, una figura que no se utiliza desde la última dictadura militar: de formar parte de una “agrupación que intenta imponer sus ideas o combatir las ajenas por medio de la violencia o el terror”. Un gravísimo salto en la criminalización de la protesta.
La Jueza dispuso la inmediata liberación de Fede y Mauri, y negó el pedido de prisión preventiva impulsado por el Gobernador.
¡No tenían una sola prueba para sostener las acusaciones estos fachos corruptos! No más presos políticos!
NO A LA MINERA SAN JORGE
USPALLATA SOMOS TODOS pic.twitter.com/3MoNsYC83Z— Lautaro Jimenez (@LautaroJimenezB) April 3, 2025
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Tras mantener a los compañeros detenidos, la jueza Tula se declaró incompetente, pasando la causa al fuero federal, por lo que Mauricio y Federico recuperaron la libertad inmediatamente. La causa continúa, por lo que tenemos que seguir la lucha hasta su absolución definitiva y la de todas y todos los perseguidos por luchar en la provincia.
El MPF deberá en las próximas horas por orden de la Jueza liberar a Fede Soria y Mauri Cornejo. La fiscalía no tenía competencia para imputar los delitos de carácter federal y detenerlos. Una arbitrariedad tremenda de los funcionarios del gobernador para criminalizar la protesta pic.twitter.com/skJzziV0QG
— Ulises Jimenez (@ulises__jb) April 3, 2025
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Noticia en desarrollo...
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Despidieron del Estado al fotógrafo que permitió identificar al gendarme que disparó a Pablo Grillo
2 de abril, por Kaloian Santos — Sociedad, Libertades Democráticas, Pablo Grillo, Sociedad, Libertades Democráticas, Pablo GrilloEn un claro despido persecutorio, el gobierno echó a Santos del puesto que ocupaba desde hace 13 años en la Secretaría de Cultura. Fue quien aportó la primera foto que permitió identificar al Cabo Guerrero. Todo el repudio.
Kaloian Santos es fotoreportero. Hace 13 años trabaja en la Secretaría de Cultura de la Nación, retratando la identidad cultural del país, a través de miles de fotografías. Además trabajaba para medios periodísticos. Con ese objetivo estaba el 12 de marzo en la Plaza Congreso retratando la manifestación en apoyo a los jubilados.
A las 17:20 de ese día, sobre la calle Yrigoyen, logró captar el avance y la cacería que realizaban un pelotón de Gendarmería y otro de la Policía Federal. Kaloian fue uno de los que captó el momento en que un integrante de la Unidad 6 de la Sección de Empleo Rápido disparó una granada de gas lacrimógeno en forma horizontal contra los manifestantes y la prensa que estaba a 25 metros de la represión. Una de esas fotos permitió identificar al autor del disparo que hirió gravemente a un colega de Santos, Pablo Grillo.
La historia es conocida. El Mapa de la Policía, con el aporte de distintos cronistas entre ellos fotos de La Izquierda Diario, identificó al gendarme Guerrero como el autor.
Por eso, en el marco del brutal ajuste de Milei a miles de trabajadores y trabajadoras estatales, este caso tiene un claro contenido persecutorio. Santos es echado porque sacó esa foto y ayudó a revelar una acción criminal.
En un mensaje que difundió en las últimas horas, Kaloian cuenta que “me aseguraron que, en abril, mi contrato se renovaría automáticamente hasta diciembre. Sin embargo, el lunes pasado, 31 de marzo, Directora de Comunicación de la Secretaría de Cultura de la Nación, María José Pérez Insúa, me llamó cordialmente para anunciarme que, “desde arriba”, le llegó la orden de no renovar mi contrato debido a una "reducción de personal". Curioso, ya que fue una reducción de personal personalizada, pues fui el único de toda el área de prensa desafectado de mis funciones”.
Santos agrega que al sindicato (ATE) la funcionaria les confirmó que “las órdenes venían "de más arriba" y que ella no podía hacer nada, mi caso era irreversible”. Y plantea lo que es evidente: “aunque no lo asuman, todo esto se debe a mis coberturas fotoperiodísticas, a que mis fotos de las marchas, los jubilados y la represión comenzaron a circular y ser compartidas. También a mi serie de dípticos "De qué lado de la mecha te encontrás". Y, puntualmente, como la gota que rebalsó el vaso, fue la foto que tomé durante la represión del 12 de marzo, cuando un gendarme disparó a Pablo Grillo. Gracias a esa foto y otras de varios colegas, el Mapa de la Policía pudo identificar al efectivo”.
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Desde La Izquierda Diario y Enfoque Rojo repudiamos este despido persecutorio, que es otra forma de ataque a la prensa y el derecho de informar lo que pasa en nuestro país. Exigimos la reincorporación de Santos, lo mismo que de miles de estatales que quieren dejar en la calle.
Compartimos el posteo de Cora Gamarnik sobre estos hechos.
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Detienen a policías bonaerenses por torturas en una comisaría de Ensenada
2 de abril, por Maldita — Sociedad, La Plata, Berisso y Ensenada, Libertades Democráticas, Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof , Policía Bonaerense, Maldita Policía, Brutalidad policial, Sociedad, La Plata, Berisso y Ensenada, Libertades Democráticas, Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof , Policía Bonaerense, Maldita Policía, Brutalidad policialSe trata de la comisaria Adriana Cecilia Ponce, el segundo jefe Leandro Ignacio Altamiranda y el encargado de las celdas Ángel Daniel Barrientos, de la comisaría 2 de Punta Lara. Fueron imputados por los delitos de tortura y falsedad ideológica luego de una brutal requisa, ocurrida el 21 de octubre de 2024. Mientras Kicillof refuerza con más presupuesto a la Bonaerense, mantiene políticas de criminalización, encierro y tortura contra los sectores más vulnerables del territorio bonaerense.
La detención de los efectivos de la Policía Bonaerense fue dictada por Eduardo Silva Pelossi, titular del Juzgado de Garantías 2 de La Plata. Adriana Cecilia Ponce, Leandro Ignacio Altamiranda y Ángel Daniel Barrientos fueron acusados de participar junto a otros efectivos de una feroz represión dentro de la comisaría 2 de Ensenada en la madrugada del 21 de octubre de 2024.
Adriana Cecilia Ponce era la titular de la comisaría 2 de Ensenada. Ángel Daniel Barrientos, el segundo jefe y Leandro Ignacio Altamiranda era el imaginaria de calabozo. El juez ordenó la detención de Ponce y Altamiranda. Barrientos ya se encuentra detenido por un hecho similar en la UP 26, siendo condenado en diciembre de 2024 por una feroz requisa en una comisaria de Berisso.
Según la denuncia de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura que viene investigando el accionar policial en este establecimiento desde 2019, entre 30 y 40 policías de diferentes comisarias golpearon, gasearon y dispararon con balas de goma a las personas detenidas ante una protesta por las condiciones de detención. Según los testimonios, los obligaron a desnudarse, fueron pateados en el piso, con las manos precintadas y abusados sexualmente, previo a un corte intencional de la energía eléctrica.
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Tras la feroz represión, los policías detenidos falsificaron el acta de los hechos sucedidos, “insertando aseveraciones falsas con las que pretendieron justificar sus acciones y brindar una aparente explicación a las lesiones producidas a los internos, documentando entre otras falsedades que los mismos poseían armas de fabricación casera, que tenían la intención de evadirse de la Comisaría, y que habían iniciado una reyerta entre ellos que incluyó agresiones recíprocas", según consta en la denuncia.
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Estos hechos no son aislados. Son parte constitutiva de una práctica represiva, sostenida por todos los gobiernos que pasaron por la provincia de Buenos Aires. Hacinamiento, sobrepoblación, torturas y vejaciones están a la orden del día.
Si bien, días atrás el gobernador Axel Kicillof anunció la inversión de $ 170.000 millones destinados a fortalecer a la Policía Bonaerense a través del Fondo de Seguridad, parte de un ambicioso e "histórico plan de inversión en materia de seguridad en la provincia", la mitad de las comisarías no cuentan con calabozos habilitados y la tasa de sobrepoblación detenida supera el 100%.
Mientras el gobernador Kicillof se pelea con propios y ajenos, refuerza el área represiva en desmedro de la educación y la salud de las y los bonaerenses, sectores blanco del ajuste en curso.
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Antes de viajar a arrodillarse ante Trump, Milei destiló cipayismo en el acto por Malvinas
2 de abril, por 43 años de la guerra — Política, Libertades Democráticas, Genocidio, Margaret Thatcher, Dictadura cívico-militar-eclesiástica, Islas Malvinas , Fuerzas Armadas, Guerra de Malvinas, Javier Milei, Las Malvinas, Política, Libertades Democráticas, Genocidio, Margaret Thatcher, Dictadura cívico-militar-eclesiástica, Islas Malvinas , Fuerzas Armadas, Guerra de Malvinas, Javier Milei, Las MalvinasEl Presidente reunió a un puñado de funcionarios y militares en la Plaza San Martín de Retiro. En un nuevo aniversario del inicio de la guerra de 1982, reivindicó a las Fuerzas Armadas genocidas, cuyos comandantes condujeron la derrota ante Inglaterra. Y dijo que la recuperación de las islas depende de que los kelpers “quieran ser argentinos”.
El discurso duró menos de siete minutos. Suficientes para corroborar varias cosas. Primero, lo que ya se sabe, que a Javier Milei le cuesta muchísimo leer (mucho más si es de “madrugada”). Segundo, que su nivel de cipayismo en sangre es de lo más elevado. Tercero, que su reivindicación de las Fuerzas Armadas genocidas ni siquiera le permite distinguir el nivel de cobardía y sumisión al imperialismo evidenciado por los altos mandos militares que condujeron aquella derrota en el sur argentino.
El acto se hizo en la Plaza San Martín del barrio porteño de Retiro, frente al cenotafio dedicado a los caídos en el conflicto bélico iniciado el 2 de abril de 1982. Allí el Presidente reunió a un grupo de funcionarios (menos la vicepresidenta Victoria Villarruel) y delegaciones de las Fuerzas Armadas, incluyendo algunos retirados que cumplieron funciones en la guerra.
Dato de color. Cuando Milei terminó su discurso (precedido a su vez de algunos gestos protocolares), se entonaron las estrofas de la Marcha de las Malvinas . Fue gracioso ver cómo los encargados de la transmisión oficial se esforzaban por mostrar lo menos posible al Gabinete. Lo poco que llega a verse demuestra que casi ninguno se sabe la letra.
Sin gente. Pese a ser día feriado y soleado, casi nadie fue al acto en el que habló Milei | Captura Cadena Nacional Vale decir que el homenaje a los caídos se realizó apenas horas antes de que el mismo presidente y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, viajen de imprevisto (no estaba en agenda) a Estados Unidos a reunirse con Donald Trump en medio de las negociaciones de un nuevo acuerdo con el FMI y las complicaciones económico-financieras por las que atraviesa el gobierno argentino.
A los “patriotas” de La Libertad Avanza les sale mucho mejor rendirle pleitesía al imperialismo yanqui (aliado de Inglaterra en la guerra e impulsor de las dictaduras latinoamericanas) para que ayude a conseguir más endeudamiento y sumisión que cualquier definición, aunque más no sea simbólica, de defensa de los intereses nacionales.
Es más, antes de tomar el avión rumbo a Miami, Milei y Caputo recibieron en la Casa Rosada al presidente del Banco Mundial, Ajay Banga. Fuentes oficiales dijeron que se trataba de “una reunión clave” para poder avanzar con ese organismo en la obtención de otro préstamo multimillonario, endeudando aún más al país.
Algunas primeras observaciones sobre el discurso del Presidente:
1) Los milicos son jodidos y organizaron el acto en un horario en que el Presidente estaba tan dormido que no podía ni leer.
2) Ahora entendemos por qué lo enojaba tanto el lenguaje inclusivo, porque él todavía no…— Myriam Bregman (@myriambregman) April 2, 2025
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Cipayismo libertariano
De las palabras presidenciales, de redacción simple y lectura paupérrima, sólo resultan significativos un par de conceptos. Por un lado, una alusión formal y genérica de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, lo que según su visión no es incompatible con la presencia (desde hace casi dos siglos) de colonos ingleses en esas tierras. Por otro lado, una reivindicación de los mandos que en 1982 condujeron las acciones en las islas, militares cobardes y cipayos que llevaban años ejecutando un genocidio en el país y que, incluso, en el mismo conflicto bélico torturaron a sus propios soldados.
Milei dijo que “durante las últimas décadas nuestra demanda soberana por las islas fue damnificada de forma directa e indirecta por las decisiones económicas, diplomáticas y militares de la casta política”. No dio nombres, pero se supone que eso incluye a su ídolo Carlos Menem, continuador del proceso de “desmalvinización” inaugurado por Alfonsín y mentor de las “relaciones carnales” con imperialismos como el inglés y el estadounidense.
Curiosamente agregó que “nadie puede tomar en serio el reclamo de una nación cuya dirigencia es reconocida en el mundo por corrupción e incompetencia”. Tal vez su megalomanía le esté impidiendo registrar que el último capítulo teñido de corrupción lo está protagonizando él mismo, con la megaestafa internacional de la memecoin $Libra , sin cuya promoción directa nunca se podría haber concretado.
En un acto de cipayismo pocas veces escuchado, Milei se cuidó de decir palabras como “Inglaterra”, “Gran Bretaña”, “ingleses”, “Margaret Thatcher” o “kelpers”. En su lugar usó eufemismos como “manos extranjeras” y “malvinenses”. Y por si fuera poco, sentenció que la recuperación de las Malvinas depende de la hipotética buena voluntad de los colonos británicos que las ocupan desde 1833.
“El voto más importante de todos es el que se hace con los pies, anhelamos que los malvinenses decidan algún día votarnos con los pies a nosotros”, afirmó. Y agregó que para eso Argentina debería lograr “ser una potencia a punto tal de que ellos quieran ser argentinos y que no haga falta usar el convencimiento o la disuasión para lograrlo”. Tragicómico.
@laizquierdadiario ¿Qué pasó en la Guerra de Malvinas? Quedate a mirar la historia que cuenta Titin Moreira sobre Malvinas. ¿Qué causas y que consecuencias tuvo? #malvinas #dictadura #thatcher #malvinasargentinas ♬ sonido original - La Izquierda Diario <script async src="https://www.tiktok.com/embed.js"></script>
Mentiras
Pese a ser una fecha específicamente referenciada con la confrontación bélica en las Islas, Milei casi no hizo referencia a las circunstancias en las que se desarrolló la guerra ni mucho menos de sus consecuencias políticas y sociales. Ni siquiera recordó que la derrota ante las tropas de Thatcher (de quien llegó a declararse “admirador”) provocó el derrumbe de las propias Fuerzas Armadas, acelerando el fin de la dictadura cívico-militar-eclesiástica.
Por el contrario, volvió a reivindicar sin pruritos a los militares que condujeron la dictadura y la guerra. Para él, tras la derrota en Malvinas, las Fuerzas Armadas fueron injustamente “demonizadas” y “desarmadas”. Por eso agregó que, para “levantarnos como país en todo sentido, tanto material como espiritualmente”, hay que “dignificar” a las Fuerzas Armadas “mediante las inversiones necesarias”.
El Presidente leyó: “Para nosotros las Fuerzas Armadas son motivo de orgullo y hemos dado por terminado el tiempo en que eran menospreciadas. Prueba de ello es que el 9 de Julio del año pasado, por primera vez, más de dos mil de nuestros veteranos encabezaron el desfile militar del acto del Día de la Independencia, ante una multitud orgullosa y agradecida por su accionar en defensa de la Patria”.
Fiel a su método de gestión, Milei no para de mentir. Aquel desfile, como se escribió en esta crónica de ese mismo día, lejos de ser seguido por una “multitud orgullosa y agradecida” tuvo más uniformados que público (que era, mayoritariamente, de la propia “familia militar”). Apenas la concurrencia alcanzaba a cubrir la superficie de las vallas de la Avenida Libertador. Incluso el rating de esa Cadena Nacional fue pobrísimo. Sólo queda en el recuerdo el momento en el que, junto a Villarruel, montaron un tanque de guerra como dos niños chochos en un parque de diversiones.
El acto de Milei y sus amigos está demasiado lejos de un verdadero reconocimiento y reivindicación a los cientos de soldados, en su enorme mayoría jóvenes colimbas con escasa preparación, hambreados y muertos de frío, que sí dieron su vida en el campo de batalla contra el colonialismo inglés.
Otra mentira, más profunda, es la que lanza Milei al afirmar que se ha dado “por terminado el tiempo” en que las bandas de criminales uniformados “eran menospreciadas”. Hace poco más de una semana él mismo vio por televisión cómo cientos de miles llenamos las calles en todo el país para recordarle al Gobierno que la Memoria, la Verdad y la Justicia no se negocian y que los negacionistas no podrán nunca ocultar que son 30.000 y fue genocidio.
Más allás de las bravatas de Milei y su comparsa, todos los partidos que gobernaron desde 1983, defensores del capitalismo más allá de sus diferencias, intentaron de las maneras más variadas “reconciliar” a las mayorías trabajadoras y los sectores populares con las Fuerzas Armadas. O sea, facilitar el camino para futuras represiones.
Porque, como lo demostraron antes, durante y después de la dictadura; y como también lo dejaron en evidencia durante la guerra; las Fuerzas Armadas operan como pilar del Estado capitalista, estrechamente atado a los designios de las potencias imperialistas. Ante situaciones de crisis social aguda, los militares (junto a las policías y demás organismos de “seguridad”) son la herramienta con la que el empresariado y las clases dominantes buscarán aniquilar toda rebelión popular. Ése hicieron en todos los golpes del Siglo XX y en Malvinas.
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La represión de Bullrich le cegó un ojo, pero él se planta: “No tengan miedo de salir a reclamar”
1ro de abril, por Jonathan Navarro — Política, Zona Norte del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Prefectura, Criminalización de la protesta social, Chacarita , Policía Federal, Jubiladas y jubilados, Congreso de la Nación , Patricia Bullrich, Congreso de la Unión, Represión, Política, Zona Norte del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Prefectura, Criminalización de la protesta social, Chacarita , Policía Federal, Jubiladas y jubilados, Congreso de la Nación , Patricia Bullrich, Congreso de la Unión, RepresiónFue uno de los cientos que se movilizaron el 12 de marzo junto a sus amigos hinchas de Chacarita para apoyar a jubiladas y jubilados. En la represión desatada por las fuerzas federales, un disparo le hizo perder la visión de su ojo izquierdo. La Izquierda Diario fue a su casa. Acá cuenta lo que pasó, cómo la lleva y cómo seguirá luchando.
Jonathan Navarro, trabajador de 33 años oriundo de San Martín y apasionado por Chacarita desde muy chiquito, amablemente le abrió las puertas de su casa La Izquierda Diario. En esta conversación cuenta, en primera persona, cómo vivió aquel 12 de marzo, donde la represión criminal de Patricia Bullrich lo afectó físicamente.
En el paredón de la esquina de su barrio, rodeado de fábricas y viviendas características de un sector de la clase obrera, puede leerse una pintada que dice “Chaca Zagala”. Es parte de su historia de vida.
Luego de dos operaciones y algo más relajado, transmite que su fortaleza sigue intacta. Sus puntos de apoyo son la enorme solidaridad que se expresa desde abajo con colectas, el acompañamiento de Paula y Carlos, sus padres, sus cinco hermanos, sus amigos, jubilados, médicos, enfermeras, hinchas del club de sus amores y más también.
El recibimiento de Carlos es muy cálido y el saludo de “Joni” es ése que se da a quienes nos encontramos en las calles, enfrentando las políticas de hambre y ajuste. No faltan a la cita Dino y Hulki, los dulces perros de dos y once años que lo acompañan en su recuperación. También acompañan a Carlos, que se recupera de un ACV.
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En esta entrevista Jonathan habla de lo que le pasó, de cómo transita estas horas y de sus convicciones de lucha contra el ajuste y la represión, en favor de las y los jubilados y de todos los reclamos de la clase trabajadora.
“No podemos permitir que que les estén pegando a los viejos”
Contanos quién sos y cómo es tu vida
Siempre viví en San Martín, aunque algunos años nos mudamos a Paternal porque mi viejo era encargado de un edificio. Yo los fines de semana me venía para acá, porque además estaban mis hermanos. Somos seis. En Capital hice la primaria y hasta tercer año de la secundaria, no pude continuar porque necesitaba trabajar. Luego mi viejo se enfermó, tuvo un ACV, y nos ayudamos entre toda la familia. Trabajé en una metalúrgica, pero hubo reducción de personal y por ser de los más nuevos me despidieron. Hace ocho meses trabajo en la Municipalidad y además hago changas de albañil o lo que salga. Porque me hace falta la plata. Y así siempre, ahora con esto tengo que estar de reposo y ver lo que me dicen los médicos.¿Cómo es tu relación con Chacarita?
Me enamoré de Chacarita, desde chiquito me hice muy fanático, no me pierdo ni un partido, cuando juega de local estoy ahí y cuando había Copa Argentina, si había que viajar, tambien viajaba. Mis sobrinos también son hinchas de Chaca. En la familia estamos mitad y mitad, igual el barrio tira para Chaca. Hasta mi mamá me dice “dejá de comprarte ropa de Chaca y comprate otra ropa” (risas). Es una pasión impresionante, fui conociendo mucha gente en la cancha y en el barrio. Tengo un amigo francés que vive cerquita, lo conocí jugando a la pelota, al verlo con buzo del club le dije “¡aguante Chaca!” y le noté un acento raro, le pregunté de dónde era y cuando me dijo no le creía. No lo había visto antes, ni en la cancha ni en un partido, lo conocí en el barrio jugando a la pelota. Hicimos una re amistad, me vino a ver al hospital, es un gran amigo.¿Por qué fuiste a la movilización y con quiénes se organizaron para ir?
Yo venía viendo en la tele lo que pasaba, los jubilados se vienen juntando hace un montón. Después, cuando vi que los lastimaban, me preguntaba cómo les da la cara (a los policías) para pegarle a la gente grande. Un día estaba comiendo acá en casa y vino mi viejo con los remedios. Escuché el precio que había pagado, $ 80.000, porque le sacaron el descuento y encima cobra una miseria. Yo trabajo y los ayudo, pero esa situación me dió una bronca bárbara. El finde anterior al 12 hablé con un amigo, Damián, para ir a la manifestación a acompañar a los jubilados. El lunes me mandaron mensaje unos amigos del barrio, que se iban a juntar también. Todos de Chaca. Arreglamos para ir juntos y cuidarnos por las dudas de que pasara algo o si nos hacían bajar del colectivo por llevar una camiseta, porque vi que muchas veces pasa eso. Otro grupo se juntó cerca de la cancha para ir con gente de Rosario Central. Y así nos juntamos desde distintos puntos todos en el tren. Decían que había mucho “barrabrava”, pero nada que ver. Bajamos en Urquiza y de ahí al subte.¿Qué te motivó? ¿Era la primera vez que participabas junto a las y los jubilados?
Ese miércoles era la primera vez que iba. Lo que me movió era cómo los estaban tratando, no puede ser que los maltraten, que les estén pegando a los viejos. Fue la forma de pensar de mucha gente que fue ese día a estar con los jubilados. Tendrían que estar descansando en su casa. ¿A vos te parece que tengan que reclamar por algo que le quitaron y les pertenece? Mi viejo laburó toda su vida y cobra una miseria de jubilación, me da mucha mucha bronca. Y encima que tienen que ir a reclamar, les pegan. Yo no sé qué se les pasa por la cabeza a Bullrich y a Milei, parece que les divierte. En vez de darles el aumento, los remedios, ellos prefieren montar un operativo enorme y reprimir. Me pregunto por qué esa plata que gastan no se la dan a los jubilados. En lugar de eso, todos los miércoles están poniendo las vallas desde temprano. Me da bronca y tristeza. Creo que ellos buscan meter miedo.¿Qué te pasaba cuando los medios y el Gobierno decían que eran barras?
Cuando empezaron a decir que los que fuimos apoyar a los jubilados éramos barrabravas, porque llevamos la camiseta, me dio mucha bronca. Porque no es así. Hay un montón de testigos que vieron cuando llegamos, que fuimos a estar con las y los jubilados. No sólo nosotros. Donde estábamos nosotros la Policía empujó a dos jubilados con los escudos, quisimos protegerlos para que no los lastimaran y empezaron a tirar ese gas, que es como un chorro que te quema la piel. Abrazamos a los jubilados, los corrimos y ahí fue que me tiraron el gas. Nosotros no tiramos nada. Es como que quieren dar miedo para que uno no vaya más. Pero eso no funciona.Te puede interesar: Alejandro Todaro es médico del Hospital Bonaparte y apoya a los jubilados, pero para Bullrich es un “barrabrava”
Jubilado que asistió a Jonathan y le dio su bandera para que se proteja tras ser baleado en el ojo | Foto de Jonathan Navarro ¿Cómo se dieron los hechos hasta que te hieren?
Para mí habían pasado como dos horas, pero en realidad no duró nada. No dejaron que se juntara más gente que venía a apoyar. No habremos estado ni 15 minutos, enseguida empezaron a reprimir. Hicimos un cordón porque habían empujado a esos dos abuelos, que estaban llorando, fue un momento terrible. De todos modos estuvimos tranquilos. Después, se ve que ya tenían la orden de avanzar y se empezó a sentir el gas en el aire. Era tremendo. Donde estábamos se veía que estaba la Prefectura y después se sumó la Policía Federal. Cuando se empezaron a asomar tomamos más distancia y ahí arrancaron a tirar balazos de goma a las piernas. Todavía tengo la marca de uno de esos balazos. Repartieron mal para todos lados.¿Recordás el momento del disparo?
Empezamos a decirles que pararan, que no estábamos haciendo nada. Ellos siguieron con los balazos. En eso vi que desde la Prefectura, que estaba cerca, yo creo que a menos de cinco metros, estando yo parado, no estaba arrodillado ni en el piso, uno me apuntó a la cara. Sentí el estallido que vino del costado, donde estaba la Prefectura con los escudos. Creo que había dos tiradores y uno de esos me apuntó directo a la cara. No puede tener ninguna excusa de nada, no tiró para abajo. Encima se reían e incitaban a que reaccionáramos. Antes de eso habíamos sacado a tres infiltrados, nos dábamos cuenta de que no estaban con nosotros que habíamos ido todos juntos. Ahí recibí el impacto. Me toqué el ojo y vi que tenía sangre. Con el gas que había en el aire era una desesperación total. Empecé a querer salir y un muchacho, creo que de Laferrere, me quiso abrazar para protegerme mientras lo llenaban de balazos. Miré a un costado y lo vi a mi amigo, que me empezó a llevar mientras yo me tapaba el ojo con la campera.¿Te asistieron rápido?
Me entraron a un lugar, después supe que es el Instituto Patria. Me tiraron leche para que se me fuera el ardor. Llamaron a la ambulancia, que no se podía acercar por los patrulleros que iban y venían, llevándose gente presa. Mi amigo llamó al hospital y le dijeron que en ese momento no había guardia oftalmológica. Yo necesitaba salir de ahí, volver a mi casa. Había abuelos heridos. Uno se me acercó y, al verme destrozado como estaba, me regaló una bandera y me dijo “gracias papi por defendernos”. Él estaba lleno de gas pimienta. Eso me dió mucha fuerza, tengo esa bandera acá.¿En ese momento tomaste dimensión de lo que te estaba pasando?
No, la verdad que no. Tomamos el subte con mis amigos rápido, porque las motos andaban por todos lados queriendo llevar gente. Iba con hielo en el ojo, me ardía mucho, no sabía en ese momento la gravedad de lo que me había pasado. Estaba inflamado, pero para mí era por el gas pimienta. Salimos del subte y tomamos el 127. Nuevamente un abuelo, al verme todo hinchado y con el hielo, me dio el asiento. Me preguntó si venía de la manifestación. Al contarle que sí me agradeçió y me dijo “gracias por defendernos”. Llegamos a mi casa. No sabía de la gravedad, me miré al espejo, grabé un video para mostrar lo que me hicieron en el ojo y dije que iba ir al próximo miércoles. Decía que con el ojo hinchado o vendado iría igual, que no me arrepentía de nada. Estaba muy enojado con Milei. Y a la vez decía “aguante Chaca, con los viejos no se metan”. Después me bañé y mi hermano me llevó al Hospital Lagleyze. Una doctora me revisó el ojo izquierdo y me comunicó que había perdido la visión. Me puse a llorar, no sabía qué pensar. Me internaron y al otro día me operaron. Esa noche fue muy difícil.Te puede interesar: Matías Aufieri, el abogado baleado en un ojo durante la represión denunció penalmente a Bullrich y la Federal
¿Cómo te sentís ahora?
Después de que me operaron estaba más relajado, con mi familia. Ahí grabé un video para darle tranquilidad a todos, sobre todo a mi viejo que había sufrido un ACV. Estaba tranquilo y quería decir que no me arrepentía de nada, yo soy así, si tengo que ir a defender a los jubilados yo voy a ir. Después llegaron las noches feas, no podía dormir. Mi vieja tenía que viajar hasta el hospital, yo quería transmitirle que estaba bien pero me costaba. Me traían la comida a las ocho de la noche, sonaban las alarmas para ponerme las gotas y recién a las ocho de la mañana del otro día lograba descansar. Imaginate la cabeza. Uno piensa tanto. Al otro día me desperté, me dijeron que me daban el alta y que tenía que seguir con los controles porque se podía infectar.¿Cómo fue volver a tu casa, a estar acompañado por los tuyos?
De a poco estoy saliendo. Me siento a la noche en la puerta porque durante el día no aguanto los rayos del sol, me hacen mal. Me costó adaptarme, me dolía mucho la cabeza. Al día de hoy voy por la segunda operación, que fue el jueves pasado. Tenía desprendida la retina. Me operaron de vuelta, me limpiaron el ojo y esta semana tengo control de vuelta para ver cómo quedó. Tengo unos siete meses más de tratamiento. Quiero agradecer a los médicos y médicas, enfermeras que me atendieron muy bien, con una atención impresionante, con paciencia y estando a disposición en cada momento. La verdad les estoy muy agradecido.¿Por qué pensás que se dan estas represiones cada miércoles y por qué actúa así el Gobierno?
No sé qué les pasa por la cabeza, ¿creen que somos Estados Unidos? Mirá, mis hermanos que trabajan en una metalúrgica están como parados, ahora no les están pagando, no se hace la misma producción. Yo siento que se está yendo todo al tacho y los únicos que se benefician son ellos, no se qué quieren inventar. El otro día escuchaba cuánto ganan los senadores, se llenan los bolsillos y nosotros que nos arreglemos como podamos. Dicen que el país está mejorando, pero yo no veo ni una mejora. Es una pantalla que quieren mostrar y ya ni eso tampoco.¿Qué nos podés contar sobre la causa judicial?
Con mi abogado, Pablo Zapulla, vamos a abrir una causa al jefe del operativo, al Estado y a Patricia Bullrich. Obviamente eso lleva su tiempo. El 8 de abril tengo una audiencia vía Zoom. También se comunican y colaboran desde varios organismos de derechos humanos, para aportar pruebas, periodistas, fotógrafos. Es muy importante para poder avanzar con la causa. Además queremos que nos den los registros de las cámaras de ese día.¿Qué mensaje te gustaría darle a la gente que quiere salir a marchar y por estos casos de brutalidad, sumado al miedo que quieren imponer, duda sobre qué hacer porque se quiere movilizar igual?
Yo les digo que no tengan miedo, pero que se cuiden. La verdad que lo que me pasó a mí, al fotógrafo Pablo Grillo y seguramente a otros más, no tiene que pasar. A mí me podrían haber sacado el ojo. Lo que ellos quieren es que todos tengamos miedo para que no salgamos a reclamar. Pero es un derecho salir a reclamar, estamos dentro de la ley cuando protestamos. Está mal, muy mal, lo que hacen de aterrorizar para que no salgamos.¿Cómo pensás seguir?
Pienso mucho y lo veo desde el lado positivo, no desde la desgracia. A pesar de lo que me pasó, pudo haber sido mucho peor. Soy creyente y me aferro a eso, muchos hinchas de Chaca que ni conozco me llamaron para ayudarme, mucha gente me da fuerzas. Cuando estuve en el hospital la gente grande me tocaba el hombro para transmitir fuerza y eso es enorme. Ahora le estoy poniendo toda la actitud, quiero recuperarme, yo sé que puedo salir adelante, porque no estoy solo, hay muchos ayudando. También mis amigos junto a los hinchas hicieron una colecta para viajar cada vez que tengo que ir al hospital y me ayuda un montón eso. Estoy muy agradecido.Carlos Navarro junto a su hijo Jonathan en su casa de San Martín | Foto Enfoque Rojo